Te hubiera mecido entonces,
entre mis pensamientos agrios.
Y te hubiera abrazado toda la noche
si te hubieras dejado.
Hubiera cantado cada tecla de piano
que mis dedos desconocerían.
Hubiera. Y todo quedó así,
en hipótesis estancada.
Todo quedó en un hubiera
encontrado en punto muerto
y sin marchas.
13.07.2013
C. Merino
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