Mis pestañas
lloran solas
Y el
firmamento está prendido
Y arde todo
el espacio ante mis ojos.
Y mi retina
se ha perdido en los colores
De los
arcoíris llameantes del espacio.
Mis manos
arden también candentes
y mi cuerpo
se contorsiona al son de tu voz
Que me grita
sin continuidad, a trozos.
Fuiste lo
más bonito que pude ver
Y me colgué
de tu sonrisa como una niña
Como si aún
me columpiara en el parque
Mientras mis
ojos ahora aún arden.
Tú me ardes
en mil versos y me ahogas
Entre los
susurros que existieron en nuestros cuerpos.
Estoy
ardiendo y mi corazón lo sabe.
Y mi alma es
el agua
Que no
consigue apagar la llama.
Y mis brazos
no quieren soltarse de tus manos
Ni olvidarse
de tus atardeceres vacilantes
Intentando acosar
a las constelaciones.
Mis dedos no
quieren olvidarse del tacto
Que tenían tus pensamientos.
Mis sentidos
no quieren olvidarse, simplemente,
De lo que
aún no he conocido
De lo que aún no ha venido a mí.
C. Merino
22.07.2013
*-*
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