© 2013-2017 Cristina Merino Navarro


martes, 31 de diciembre de 2013

Y si descubrimos que lo éramos todo.
O que no perdimos nada.
Y si descubrimos que tú no eras
O que yo tampoco fui.
Y si descubrimos que perdiste
O que yo no quise descubrir.
Y si tú descubres que yo no era
O yo descubro que te perdí.
Y si el violín de Rimbaud
Descubre que es un trozo de madera.
Entonces qué.
Y si.


31.12.2013
C. Merino

jueves, 19 de diciembre de 2013

Esta vez me da igual.
No sé como escribo.
Qué más da.
Sólo he pedido un poco más
De algo.
Un poco más para serlo todo.
Solo un poco porque se me va la vida.
La juventud me atosiga
Porque se quiere ir.
Y me da igual.
Porque no tengo tiempo.
Porque no tengo más días.
Me da igual como escribo.
No me importa que sean los 20 años.
No me importa que no sepa conjugar nombres
Ni combinar verbos ni suspirar como tendría que hacerlo.
No me importa porque eso quiero.
Aprender después de los 20 años.
Saber que cada cosa tiene su tiempo
Y que el mío no se va
Que aquí lo tengo
Que aquí lo abrazo
Y que aquí he escrito,
Siempre.

19.12.2013
C. Merino.

Para M y su espontaneidad.


viernes, 13 de diciembre de 2013

Te hubiera mecido entonces
Entre mis pensamientos agrios
Y te hubiera abrazado toda la noche
Si te hubieras dejado.
Hubiera cantado cada tecla de piano
Que mis dedos desconocerían.
Hubiera. Y todo quedó así,
En hipótesis estancada.
Todo quedó en un hubiera
Encontrado en punto muerto,
Y sin marchas.

13.07.2013.

C. Merino

viernes, 6 de diciembre de 2013

Alegoría a la vejez?

Me di cuenta ya, hace tiempo. Ahora lo rememoro al llegar el fatídico día. Normalmente la gente, en su etapa infantil, no sabe qué es lo que significa desear. El problema se acerca cuando empiezas en la adolescencia. O ya en la pre adolescencia para los más puntillosos. En esos años de granos y amores efímeros deseas crecer, que te vean mayor, ser maduro, a pesar de no saber ni su significado ni lo que implica, ser adulto, aunque no les entiendas. A mí me daba igual. Estaba bien pero me sentía de la misma manera. Veía que la maduración no se trataba de los años, se trataba de las experiencias y que contra más números le sumara a mi DNI más vieja estaba. La conjunción perfecta era sufrirlo todo pero sin envejecer jamás. Los expertos quizás lo llamarían el síndrome de Peter Pan. Yo lo llamo el síntoma de la muerte venidera. El tiempo nos maldice a cada uno de nosotros. No podemos luchar en su contra. El señorito Gray lo sabía. Quizás no deberíamos ponernos ante este acantilado amenazante como él hizo, pero quién no haría algo similar presa del pánico, de las arrugas, de los juanetes y de las pocas fuerzas que te van quedando. El espíritu al final no concuerda con la potencia de tu cuerpo. Tu piel se va quedando flácida. Ya no follas. Ya no comes. Ya no bailas. Ni si quiera lees porque tienes la vista cansada. Y la visa también. Ya no vives porque ya has vivido. Y ha sido un jodido suspiro, un dulce trago de un buen lingotazo. Y qué ha resultado que has hecho con esa bebida temporal: bebértela sin objetivos, solo porque eres un borracho, un adicto. Has sido un adicto a la vida, por si lo que no lo es, da miedo. Por si entonces no eres nada y te largas, porque tienes que hacerlo, y ya no te recuerdan. Y tu bebida fue corta y sin sabor verdadero. Sin subirte. Te casaste, formaste una familia, pagaste impuestos por todo e intentaste convencerte de que era eso lo que querías. Intentaste triunfar. Enorgullecerte de lo que tienes. Bueno, hay muchas maneras de triunfar. Quizás decidiste que te quedabas con los más cercanos, que te olvidaran luego los que no te conocieron.  Otros deciden que el mundo les recuerde. Sino de qué Aquiles es Aquiles, de qué es su talón famoso. Perduraste de otra manera. Triunfaste, no nos engañemos. No todos son Miguel Ángel. Pero se acerca otro año. No sé como ocurre pero sucede así, en un día, y en 24 horas ya eres vieja. En alguna ocasión cambias de década. Y me asusta la rapidez en la que esto sucede. No es como una carrera de coches donde la adrenalina coge forma y te invade. Es un oh dios mío, un oh madre mía. Se pasan los días y la muerte te acecha. Hay evidencias hasta físicas. Y qué has hecho con tu vida, C. Aún no has hecho nada. Los sueños siguen siendo sueños. Aprecias que son solo 20 años. Hubo personas que con 14 cautivaron al mundo. Se suceden las primaveras. Habrá tiempo, C. Esperemos. Porque sigue existiendo el miedo y las ganas. Y en verdad, en frío, no sé qué deseo.

06.12.2013
C. Merino

domingo, 1 de diciembre de 2013

Las sombras se apagan
Y las luces ya no existen.
Los ojos de cristal han resultado ser calaveras
Y en mis manos hay ríos de sangre.
Brotan los arañazos
Y tus sonrisas me arrancaron la piel.
Estoy agonizante mientras alzas de nuevo tu mano
Y despedazas mi alma, brazo a brazo,
Pie a pie y dedo a dedo.
Te has bañado en mi sudor rojo
Y las sombras se apagan
Porque tus luces lo alumbran todo.
Dejaste pocos restos para el cuervo.
Me conquistaste con cada muerte
Y ya no recordé nunca más qué era vivir.

14.11.2013
C. Merino

viernes, 29 de noviembre de 2013

Hubo otras sombras

Hubo peores sombras que las mías.
Que mis ojos.
He visto transcurrir mil vidas en tus palabras,
Cada una, una mentira.
No he surcado ningún mar.
¿Acaso lo hiciste tú?
Me he dejado caer, como un papel ligero
Y me han aguantado las pinzas de una piedra
Que en conjunto era un banco donde había posado mi cuerpo.
No era la primera vez.
Caí muchas veces ante tus ojos.
Me daba igual lo que había tras las faldas.
Siento que no fuera lo suficientemente oscura,
Maligna o pervertida.
El rojo jamás le quedó bien a mi vestido
Blanco.
Puedo oír tus pasos en la maleza.
Cierro los ojos para respirar los árboles y las plantas.
Tu perfume los contamina.
Tu sombra tapa la luz de las mías.
Siento que mi alrededor sea un espacio sacro.
Tendrás que mantener las armas alejadas
De mis sombras.
Tampoco fue la primera vez,
Lo siento también por aquellas.
Con la mano tocas mis telas
Y te dejas caer tú también.
A mi lado.
Tus sombras se han ocultado tras las mías,
Cobardes y temerosas.
Mi rostro sigue impasible tras unos ojos sin color.
La serenidad se confunde con el tono del lugar.
A ti se te ve manchado,
Vete.
Porque no pegas.
No cuadras, no respires tan cerca.
Puedo presumir tu cara en el aire de mi negrura.
Tierna y sin sentido, cruel,
Vacía.
No puedo consolarte hasta que no te vayas.
En la distancia te dejaré mi hombro.
Hasta entonces,
                               cuando,
Tengas unas sombras más oscuras que las mías
Que sepan arroparte en una espesura,
Que no te veas solo ante la vida,
Indeciso, incapaz de andar.
Lo siento. Pero hasta entonces
Tú necesitabas otras sombras.
Más oscuras que las mías.

28.11.13
C. Merino

Deborah Turbeville
Rosana, Parco, Paris.



jueves, 28 de noviembre de 2013

Se prendió la noche
a base de suposiciones.
Tus noches aquí,
ante el sol,
mis días en ningún lado
y un vacío en el corazón.
Mi casa o tu iglesia
como el carromato de estrellas.
Y mis angustias en la Tierra
lejos.
Por si te acercas.

28.11.2013
C. Merino

sábado, 23 de noviembre de 2013

Estoy empezando a desesperarme un poco. Aquí estoy de nuevo, sentada ante este vacío de letras y no puedo mirarlas. No son mías. Son de un extraño. Tengo entendido que es humanista. Debería empezar a aprenderme el contenido. A identificar imágenes. Pero me estoy desesperando. He abierto sin querer un link en Internet y no puedo creer la ansiedad que ha venido a mí, a todo gas y sin motor. Es una página acerca de cartas perdidas, cartas cuando aún existía el valor de los sentimientos y el valor de expresarse a mano. Cuando aún existían las personas y los genios. Y me he desesperado porque no he visto mi nombre en ninguna carta, en ninguna cita o comentario. No me he visto en ningún lado. Entonces, me he preguntado dónde estaba. He recordado el abismo de palabras al cual estaba a punto de tirarme, y he deseado hacerlo, para no pensar. Ha sido como un salto en paracaídas pero sin un suelo al que llegar. El aire sigue faltándome aún en las alturas, porque no tengo un lápiz en la mano para explicarle cosas al cielo, para pedir  a los dioses que anidan en las nubes ni para consolar a las estrellas cuando lloran. Ni si quiera para romper el paracaídas con palabras inventadas y verbos imaginarios. Si miro abajo un agujero negro crece paulatinamente, esperándome. Y me estoy desesperando. Porque no tengo ahora mismo palabras propias con las que defenderme y sobrevivir. Me estoy desesperando porque no encuentro mis palabras por ningún lado. Me las han robado y me he desesperado.

23.11.2013

C. Merino

miércoles, 20 de noviembre de 2013

A veces, y solo a veces, siento que debería dejarme ir
Dejarme morir un rato, y luego volver aquí, donde te estoy viendo
A través de esa pantalla transparente de medias de rejilla.
Y dejar que mi espasmo dure largo rato y se convierta en baile
Y pierda todo el control de todos los movimientos
Y de vueltas y me vuelva loca y jamás pare y vomite y me maree.
A veces, y solo a veces, creo que me rodea mucha gente
Y de repente me abandonan y me siento muy sola
Y me bebo las sombras que luego me rodean y me acechan.
Y a veces, solo a veces, quisiera poder dejarme ir,
Caminar sobre el fuego para quemar mi alma
Y dejar que las llamas me prendan entera
Porque en mis ojos se esconden mis ganas.
Y solo a veces ocurre esto, porque otras se me olvida
Me pierdo, y no me veo.


22.07.2013.
C. Merino

lunes, 11 de noviembre de 2013

Para J

Cada vez me doy más cuenta. No quiero esto. Y no es que ande perdida, es que las ventanas  se cerraron cuando las puertas también lo hicieron. Los pájaros se quedaron mirándome desde la ventana. Se convirtieron en cuervos, preparados para devorarme. Me siento resignada a quedarme detrás del cristal, esperando a mi muerte, a la carroña que se comerán mis anfitriones. Me siento como una bola mal dada, sin ir en paralelo y sin fuerza. Me lleva la raqueta y se me clava la red. Mi piel parece un mural de pena. Y mis labios son ancianos, como después de comerte pipas saladas. Son tiernos y arrugados y se encuentran perdidos en el nirvana del ensueño. No encuentran el camino, porque mi cuerpo está vivo, pero mi mente se asusta de la realidad sensible. Quién sabe qué ocurrirá entonces. Quién sabe si me despertaré o seguiré bella durmiente. Mis manos tocan a un desconocido. Y mi corazón lo necesita. Aprieto mis sombras contra sus luces. Para no sentirme sola, en medio de este paraje desolador, para este nuevo hogar para mi alma, del que no se puede volver, del que no encuentro la casa.

11.11.2013
C. Merino

sábado, 9 de noviembre de 2013

Ahora te llamamos mentirosa.
Perdimos el tren, juntas, mentirosa.
Lo perdimos y yo me preocupé.
Tú seguiste cantándome Srawberry girl
riéndote, sudando de todo, jodiendo con todo.
Dicen que así es la vida,
que a veces pierdes un tren.
Y quizás suene mejor en otro idioma,
-quizás lo prefieras en francés-
porque este lo entiendes, mentirosa,
y me duele este nombre que ha quedado,
irreconocible,
podrido en mis labios,
como mi fe. En ti.
Y me duele la mentira, la excusa,
la no preocupación por no mantenerte en mi vagón.
C'est la vie, mon amour, que no te duela tanto,
que el transbordo es cansado,
y yo también estoy cansada
yo también soy persona
y no domino la indiferencia como tú.
No domino tus artes.
Perdóname, no las domino.
Perdona mi incomprensión.

09.11.2013
C. Merino

domingo, 3 de noviembre de 2013

Te miraste en el espejo
y te rapaste el pelo
para enterrar las raíces.
Escondiste los orígenes
y los abonaste.
Pero no olía a mierda
olía a la madre Tierra
a la que te encomendaste
cuando los demás dioses no respondieron.
Ella te dio cobijo
cuando los demás dioses te ignoraron.
Lo has escondido todo.
La humanidad bajo tus pies
y tus manos alcanzando el cielo,
que te lo has ganado,
que es tuyo,
que has ascendido a sus pisos blancos
y has acabado con las Olimpias perdidas,
con los errores olvidados.

29.10.2013
C. Merino

viernes, 18 de octubre de 2013

El miedo me atraviesa el corazón
como una aguja poco afilada, que le cuesta penetrarme,
pero que hace que la sangre me empape
como un río que transporta rocas de memorias
y me deja desarmada y desnuda,
helada con la nieve de un invierno reencontrado.
El temor ha penetrado el corazón
y se me ha roto.
Y no he podido recomponer los pedazos
con su sabor a vino añejo.
Mi corazón se ha envenenado
por esos recuerdos que no existieron.
Mi corazón se ha destrozado.
Mi corazón no existe.

17.10.2013
C.Merino

jueves, 10 de octubre de 2013

Reflexiones en lecciones de crítica

Se acabaron los criterios,
no hubo impresiones para hacer juicios.
Perdimos las ideas
las vendimos porque era más fácil vivir bien
era más fácil ser el ratón de la jaula
y hacer punto de cruz mientras ves la televisión.
Todo antes era difícil.
Antes algunos pensábamos.
Nos cansamos de los factores externos
y decidimos dejar de escribir, componer, pintar,
dejar de crear.
Decidimos dejar de vivir
porque era difícil ser uno mismo,
sobre todo cuando eres todo lo demás
y han sido los criterios quienes te crearon.
Se acabó vivir,
respirar.

10.10.2013
C. Merino

lunes, 30 de septiembre de 2013

Me da igual. Me apetecía escribirlo antes del final. J***

Estoy acabando lo que posiblemente sea lo más importante del mundo para mí. No sé si olerá a nuevo, si jamás se gastarán sus palabras. Pero me emociona pensar en ello, pensar que me quedan unos días para realizar parte de mi sueño. Mis ojos se humedecen con el rocío de un amanecer que aún no han visto. Queda aún para redactar agradecimientos. Todo parece quedar lejos a pesar de estar cerca. Mi corazón se encabrita al pensar en el final. No soy culpable de que me vayan a importar más sus páginas, pero quizás Bel es culpable de su insistencia por leerme y por su obsesión de darle este regalo. No sé si le hace más ilusión a ella que a mí. Pero todo esto tiene un origen. Empezar a hacer esto lo provocó una V. Por eso siempre le agradeceré haberme dado la vida con este descubrimiento y jamás permitiré que se corta el contacto. Pero las sombras se ciernen cuando mi querida Petitenhance echa la puerta abajo porque quiere que madure, que madure yo y mi escritura, que aprenda del ahora además del pasado, que descubra lo que sus ojos ya han visto. Su marea después de la tormenta de leerme es una calma para mi alma, porque siempre aspira más, y su voz ayuda a elevar mis alas. Y qué ocurre cuando empiezas a culturizarte en la élite de la supuesta educación: conoces a locas y haces locuras y te apoyan en cada una de ellas e incluso te acompañan a hacerlas. J & N jamás dejarán de reírse con mis ostias, y si en un futuro me la pego en este mundo, sé que se reirán conmigo de mi torpeza y me ayudarán a levantarme mientras se carcajean de mi terrible inclinación hacia el suelo. Jamás creí que iba a escribir algo semejante, debo confesarlo. Quizás se deba a que hoy me siento sentimental, aunque no estoy en esos días del mes, así que probablemente me deje a alguien, pero que no se ofenda. Si acabo esto y lo arreglo, si lo acabo y lo mejoro, si lo acaba, en definitiva, será en parte gracias a vuestra esperanza y a mi gusto. Podría decir que os amo a cada uno, pero no quiero hacerlo, porque no sería ser yo. Si eso os contestaré borde la próxima vez que hablemos, o soltaré algún moco para después reírnos de él. No sé qué haré, pero no quiero deciros sentimentalismos, ni que os lo agradezco. No quiero deciros nada. Lo cierto es que no sé cómo he acabado escribiendo esto. No lo leáis aún, que no he acabado lo principal.

C. Merino

lunes, 23 de septiembre de 2013

"Has sido quien ha visto demasiado. Has espiado demasiado mi alma como para arrepentirte ahora. Tus ojos arden, como tu cornea, como tus pestañas." 

Elías -Ada.

Abriendo boca.

C. Merino

martes, 3 de septiembre de 2013

Hoy las lágrimas se tiñen de lila
porque el negro se ha desgastado
y mi piel ya no guarda más sangre.
Mi corazón ha sido como una manzana
que se encuentra marchita y envenenada
preparada para el primer beso
dulce condena de unos labios rotos
y perdidos en el recuerdo bajo su emblema
bajo estrellas que también lloran.
Hoy mis lágrimas se han teñido de color mora
y mis labios siguen de rojo intenso.
Mi piel ha palidecido y en mis venas...
y en mis venas, oh dios, y en mis venas
ya no corre la sangre ni ningún otro fluido.
Hoy mis lágrimas se han teñido
y mi rimel ha tapado su apariencia.
02.09.2013
C. Merino

viernes, 30 de agosto de 2013

Ni siquiera puedo ya mirar dentro de tus ojos
donde el bosque es frondoso y se ocultan los claros.
Se cantaron canciones, antes de nosotros.
Ahora han mudado
y si te mirara ahora no encontraría hogar ni casa.
Sólo las cenizas del fuego que prendimos los dos
y unas ruinas a lo lejos
que devastarían mi corazón
pues allí era donde yo lo tenía guardado,
donde creía que tú lo tenías guardado,
después de la entrega en nuestros años de esplendor.

29.08.2013
C. Merino

domingo, 25 de agosto de 2013

La fe se perdió por el laberinto
De sentimientos de nuestros cuerpos.

Aún hoy pides perdón a mi sombra,
Y suplicas por la oportunidad perdida.

El recuerdo se destruyó hace tiempo, y me lavé
Con nuestro sudor para que despareciera.

La muerte se olvidó de tu existencia,
No quiso recordar todos tus nombres.

El dolor era demasiado grande,
Así que quemé el mundo para olvidarte.

Sólo si no había mundo, solo entonces,
Comprendería que no existieras.


19.08.2013
C. Merino

miércoles, 14 de agosto de 2013

Eh, mundo hoy soy feliz
Pero no gracias a ti.
Ha sido gracias a mi mente
Y a mis manos.

C.Merino

domingo, 4 de agosto de 2013

Para Núria. No es tu historia,
 pero puedes compartirla.

Soñé tantas veces con absorber tu respiración.
Aspiré a tapar tu sol con mis alas
Y mis ojos serían la única luna.
Soñé tantas veces y me quedé dormida.
Ansié tu piel como capa
Para esconderme de la lluvia.
Soñé tantas veces en esa ilusión
Anclada en mi desesperación
Y deambulé tantas noches al son de mi dolor.
Como una rumba sorda que hacía que bailara.
Te imaginé tanto, te idealicé tanto,
Que yo misma me rompí el corazón.


C. Merino
03.08.2013

sábado, 3 de agosto de 2013

Para M, querida Petitenhance,
gracias por destruir mis propios muros.

La calavera se encerró
En sí misma.
Y su alma se prendió
Asustada por las cenizas.
El viento se ahogó.
Y yo miré a lo lejos.
Tú miraste en mi interior.

03.08.2013
C. Merino

domingo, 28 de julio de 2013

Seguiré gritando si es necesario.
No quiero bozales que me ahoguen.
No hace falta preguntar por qué se está así.
Porque seguiré chillando si así lo consigo
Si así consigo expresarme porque las palabras me faltan
Y sólo las onomatopeyas al final me abalan.
Pero no importa que no entiendas el rompecabezas
Yo tampoco entiendo el designio extraño
Del extranjero en que me he convertido,
Como voyeur  pasivo de las tormentas de las personas.
A mis huesos les hace falta fuerza
No levantan mi peso en carne y mi cabeza
Mi cabeza da vueltas, y si la encuentras
Si la encuentras tráela cerca porque me pierdo
Y me contagio de la nostalgia de los astros
Y me pregunto por qué nadie me lleva ahí
Aún cuando a veces lo he suplicado
Y luego con el tiempo se me pasa
Como una enfermedad que se ha curado sola
Pero que más tarde viene, y me ha hecho recaer
Pues quizás me he enamorado de su estela.
Seguiré susurrando alto entonces,
Hasta salvar mi alma que es eterna
Hasta martillar los clavos que me hacen sangrar
Hasta ver sanar las heridas olvidadas
Hasta mirar de frente a mi corazón bombeando
Vivo como las alas de aquel pájaro.
Hasta entonces, seguiré gritando.

C. Merino
28.07.2013

miércoles, 24 de julio de 2013

Mis pestañas lloran solas
Y el firmamento está prendido
Y arde todo el espacio ante mis ojos.
Y mi retina se ha perdido en los colores
De los arcoíris llameantes del espacio.
Mis manos arden también candentes
y mi cuerpo se contorsiona al son de tu voz
Que me grita sin continuidad, a trozos.
Fuiste lo más bonito que pude ver
Y me colgué de tu sonrisa como una niña
Como si aún me columpiara en el parque
Mientras mis ojos ahora aún arden.
Tú me ardes en mil versos y me ahogas
Entre los susurros que existieron en nuestros cuerpos.
Estoy ardiendo y mi corazón lo sabe.
Y mi alma es el agua
Que no consigue apagar la llama.
Y mis brazos no quieren soltarse de tus manos
Ni olvidarse de tus atardeceres vacilantes
Intentando acosar a las constelaciones.
Mis dedos no quieren olvidarse del tacto
Que tenían tus pensamientos.
Mis sentidos no quieren olvidarse, simplemente,
De lo que aún no he conocido
De lo que aún no ha venido a mí.

C. Merino
22.07.2013 

domingo, 21 de julio de 2013

Joder, cómo me gusta este vacío en mis oídos,
Este silencio que me habla de la fuga de cerebros
Este no ser que se expande como si fuera una tocata
Y la fuga se perfila solo en las teclas del piano.
Cómo me gusta la soledad que a veces me invade
Y cuesta que se vaya, porque la amo con mi alma
Y me canta por las noches cuando perezco y no sueño.
Cómo disfruto cuando me veo ondeando al viento
Al ritmo de la canción que no pude terminar nunca
Bebiendo de mi tierra que piso ahora, esta arena.
Los dedos no dejaron nunca de marcar el paso.
Y cómo me gustaba ese marcar de mis huellas
Ese sin sentido que a veces provocaban mis yemas.
Cómo me gustaba que mi mente me guiara
Porque me perdía entre notas oscuras y olvidadas.
Y mi cuerpo… mi cuerpo era un títere de terciopelo
Sujeto a las leyes que nos enmarcan como animales.
Cómo me gustaba la sensación de ir en tu contra
De ser un felino hambriento que navega a contracorriente
Y que alza sus alas contra el viento que le enfrenta.
Cómo me gustaba ser feliz cuando aún no lo sabía
Cuando aún no sabía que me quedaba ser libre
Y el palacio de la felicidad se despidió a bocajarro
Trozo a trozo, rasgando y desfigurando mi rostro
Que se bañó en lágrimas y en sangre sin remedio.
Cómo me gustaba saber que no sabía y engañarme,

Me gustaba ignorar la verdad de mis propias palabras.

20.07.2013
C. Merino

jueves, 18 de julio de 2013

No sé si lo sabías, pero haces la calle
Y  te embelesan los escaparates
Y la falsa libertad que respiran
Todos, todos menos quien lleva tu nombre.
Que no te engañen sus caras maquilladas
Hoy tampoco se han visto la cara.
Pero tú y yo lo sabemos.
Están encarcelados en sus normas
Van de rebeldes, saben jugar al juego
Y cuando la partida empieza temen
Sienten miedo de perder su utopía.
Siente pena por sus plumas, sus alas,
Que jamás notarán ese aire
Al cual con su presencia rasgan.
Tú te has plantado y te has levantado
Y le has dado la mano a la vida
Como si fuera una despedida
Al borde del acantilado de la locura.
Has follado, has bebido, has bailado
Y te has fumado las putadas.
Las has aguantado de rodillas, andando.
Te arrepentiste de las ofertas
De la génesis de la desesperación.
Y deberías cabrearte, cabréate,
Pégale y escúpele a la muerte
Porque no ha escuchado tus plegarias
Y Dios parece que no ha movido nada
Ha sido un voyeur contemplador del alma
Y ha visto como ardías en todas sus llamas.
Llora porque te han obligado a hacer la calle
Pero ríe porque los otros siguen en la cárcel
Y tú saltaste al vacío, te arriesgaste.
Sí, lo cierto es que al final tuviste fe
Y te liberaste.

18.07.2013
C. Merino

miércoles, 17 de julio de 2013

¿Correr? Huiré con mis alas extendidas
Como si me persiguiera el diablo
Y siquiera mis demonios se atrevieran
A enfrentarse a su lengua, a sus ojos,
A su palabras envenenadas y marchitas
Que me oprimen el alma y mi corazón
Llora a base de obstrucciones
Ansiando la operación que la sanidad
Retrasa a causa de las pocas subvenciones
Ansiando que le cosan en su interior
La bandera que ondea en mi vida
des-saturando todas y cada una de las arterias
Con el canto de las sirenas a la libertad.

17.07.2013
C. Merino

martes, 16 de julio de 2013

Podría haberlo dado todo
y te lo podría haber dado a ti
pero decidí esconderte
porque un día, en algún momento
te irás, y lo harás sin mí.
Me abandonarás como todos
y me hartaré de husmear viajes
en los que pudiste huir.
Así que prefiero mantener el recuerdo
echarte yo antes de que lo hagas tú
porque espero no sentir nada
y ya no ver luces en tu mirada
perdida, entre las nubes del tiempo
donde no pude alcanzar las horas
porque ni los segundos encontraba.

16.07.2013
C. Merino


domingo, 14 de julio de 2013

Hubo verdades que no nos dolieron
pero el olvido...
acabó con todo el nosotros
que jamás pudo existir
más que en mi mente
y en algunos de tus sueños.

C. Merino

14.07.2013

sábado, 13 de julio de 2013

Te hubiera mecido entonces,
entre mis pensamientos agrios.
Y te hubiera abrazado toda la noche
si te hubieras dejado.
Hubiera cantado cada tecla de piano
que mis dedos desconocerían.
Hubiera. Y todo quedó así,
en hipótesis estancada.
Todo quedó en un hubiera
encontrado en punto muerto
y sin marchas.

13.07.2013
C. Merino
Creo que nunca supe
De qué color eran tus ojos.
Sólo sé qué veía en ellos
Y jamás entendí ese cautiverio
En el que me veía encerrada,
A voluntad, gustosa.
Y sin embargo, no pude,
De veras, lo juro,
No pude amarte tanto
Como quise a tus ojos
Que me mostraban tu alma
Cada hora, cada día
De un color que cambiaba.
Me enamoré de todos.
Y me pregunté si algún día
Sería una luz tan potente
Que podría alumbrarlos.

13.07.2013

C. Merino

viernes, 12 de julio de 2013

No había más mentiras
Que las que yo me contaba.
Me enredaban y enverdecían.
Todo era verde, azul, amarillo.
Todo eran colores
Y mi alma los ensombrecía.
Los golpes me levantaron
Hace tiempo
Para que no durmiera
Y me evadiera.
Me cortaron y sangré
Como jamás creí
Que podía hacerlo.
Me maltraté a mi misma
Y me tiré, por el desguace,
Dando vueltas,
Oliendo a mierda,
Corriendo, para encontrarme.

12.07.2013
C. Merino
También podría morir y no preocuparme por nada,
Y así darle alivio a mi alma.
Podría irme y huir cerca,
Para encontrarme lejos.
También podría dejarme morir
O esperar a que me mataran.
Podría esperar a ahogarme
O a ser quemada y no preocuparme por nada.
Saca la pistola y dispara
O vete donde no me veas
Quizás no me soportes desconchada
Abatida, ahorcada en porcelana.
Soy el desperdicio que lanzan al mar,
Y luego como ola me rompo en las costas
Y me parto las alas.

12.07.2013
C. Merino

miércoles, 10 de julio de 2013

No hay nada mejor que haber mentido.
No hay nada que supere el mentir ahora mismo.
Esconderte en la casa de los espejos eternos
Para creer que eres lo que los demás quisieron.

Limpiarte las heridas con una lengua sangrante
E infectarte los morados y las contusiones.
Darte cuenta de que solo hay puertas cerradas
Y que los traidores te han quitado todas las llaves.

No hay nada mejor que intentar llorar a solas
Mientras no haya otras gotas que te sequen la cara
Rompiéndote el corazón con los trozos arrancados
Que quedaron del paraíso de tu infancia.

No hay nada como dejar que rían por tus labios.
Que sonrían en tu cara los desconocidos de los bares
Y que pises con tus tacones de aguja los sueños
Que alguna vez pensaste que podrían tener alas.

No hay nadie en ti que pueda ver otro amanecer ya.
Han esperado los ocasos en las playas del este
Y han intentado saludar a tus mentiras desde el puerto
Pero ya sabían que, desde hacía tiempo, no eras suya.

Hubo un barco que cogiste para que nadie te salvara.
Te despediste del sol para que nadie fuera en tu busca.
No quisiste más traiciones por parte de las verdades
Pero tampoco quisiste oír a las mentiras burlarse.

No habrá nunca la esperanza de que vean tu alma.
Los ángeles se extinguieron hace demasiado tiempo
Asustados por interiores como el tuyo o el mío.
Extinguimos a los únicos que podrían ahora salvarnos.

No habrá nunca quien escuche tus pasos en la niebla
Amortiguados por las maderas ennegrecidas del tiempo
Y tu soledad se irá acrecentando con intensidad.
Y de repente,
Verás que la puerta de tu jaula se encontraba
Desde hacía muchísimo tiempo, abierta.

Y suspirarás,
Aliviada por ver que los demás pájaros siguen encerrados
Demasiado ciegos para ver lo que tú has podido ver.
Los pájaros demasiado tuertos para apreciar una horca

Ahí a lo lejos,
Siguen cantando esperando a la parca y su instrumento,
Y no han visto que por conseguir, no han conseguido nada.
No han visto que por tener, no tienen absolutamente nada
De lo que creyeron poseer.


C. Merino
Te siento justo ahora tan cerca…
Sólo te siento a ti y a nadie más.
Tu suave corazón en tu boca.
Y tu cuerpo yéndose de compás.

Tus labios temblando hermosos.
En tu éxtasis tu espalda arqueada.
Todos tus sentidos experimentados.
Todas tus extremidades tensadas.

Tu cintura en mis trémulas manos.
Palpitaciones aproximadas.
Tus ojitos en colores blancos.
Dedos andando igual que arañas.

Susurros y suspiros encerrados.
Arañazos rasgando las sábanas.
Y tu cuerpecito sufriendo espasmos.
Lo consientes y también te rasgas.

Eso no lo podrías jamás negar:
tú disfrutaste en esos minutos,
al armar jaleo y al provocar,
y al enloquecer sólo en segundos.

Raspaba el aire de la habitación
tu voz ya tan exhausta y quebrada,
junto a súplicas de pasión
que incluso a animales asustaba.

El universo entero seguro lo sintió.
Bebió de tu placer, encandilado,
y en medio de la noche también gritó.
El despertador estaba sonando.

C. Merino

martes, 9 de julio de 2013

Hace poco me fui de viaje, hice un tour emocional por la ciudad. Desconché algún corazón y sacrifiqué la lógica a favor de la locura. La cordura quedó enterrada en otro estadio, en otro click que mi cuerpo no entendía. Y desangré mi cuerpo para compartir desde lo más profundo, para mezclar sangre, a ver si enfermaba al fin. Temerosa estaba de mis decisiones, de los placeres que llamaban a mis ojos, a mi boca, a mis huellas perdidas. Y también sacrifiqué el miedo en honor a Dionisio renegando de mi Apolo, el más bello. O quizás feo y mis ojos se han entelado. Y mi alma se ha agitado y despertado del sueño, que no era sueño y era la vida asemejada a una poesía entrecortada que humedece mis pies. También tiré al vacío las claves de mi ser, perdidas ya como la Atlántida, convirtiéndose en leyenda, una que sólo yo sé.  Y seguí partiendo piernas en vez de corazones y desgasté vidas. Fue un viaje que no se olvida, donde no gasté nada, sólo mi tiempo, si alguien lo apreciaba. Me di en completo sin esperar recibir nada. Y eso era lo que conseguiría, nada de nada. Esta es la vida que me ha tocado, la nada que es mi pesadilla y el olvido, que acompaña, que son las manos que me ahogan hasta la creación de una cita para mi tumba.

09.07.2013
C. Merino.

lunes, 8 de julio de 2013

Somos los olvidados que respiran,
Resurgidos de las tumbas de los condenados.
No hay luz en nuestras moradas ocultas
Y solo de noche nos ves vagando.

Crees que somos únicos y eternos,
Que nadie más se ha fijado en ello.
Somos los olvidados que perdonamos
Y nuestra pasión a todos concedemos.

Nuestras tumbas han sido perturbadas
Como antaño nuestros cuerpos asediados.
En nuestro interior la sangre canta
Tiñendo de rojo todas nuestras lágrimas.

Besamos siempre tus labios marchitos,
Enrojeciéndolos a nuestro tacto.
Y nos escondemos entre tus secretos.
Se ciernen cerca los recuerdos del pasado.

Huelo tu miedo por entre las piedras.
Somos los olvidados que acechan.
Preparados para alimentarnos estamos,
Caemos ante la sed de nuestros cuerpos.

No soy el único con poder que anda a oscuras.
No hay cura para nuestra enfermedad.
Pero aún sabiendo de mi dolencia, no te vas.

Hay muchos más que cantan ante el cielo.
Somos los olvidados, los renegados, los demonios.
Aún así rogamos a Dios pues estamos enfermos.

Estamos enfermos y suplicamos en vano.
Suplicamos en vano pero jamás desistimos.
Tenemos pocas esperanzas si no existe el milagro.

Somos los olvidados discípulos del mal,
Y bailamos y cantamos sin cansarnos
Porque gente como tú es nuestro manjar.

Somos los dueños de la noche prendida.
Hemos violado miles de veces los astros
Alimentándonos de su luz acalorada y encendida.

Somos los olvidados, los discípulos malignos.
No somos de los que van a dejar de pecar.
Soy aquel que le da cuerda al pájaro,
Espantando así al gallo, para que calle al despertar.

Deberías sentir miedo en estos momentos.
Pero aquí sigues.
Aquí estás.

C. Merino