Superior a mis fuerzas

Lo pronuncio aunque no sirva para nada,
Eres superior a mis fuerzas.
Mantra realizado, producido y versado
Mientras recuerdo la sensación de tus ojos,
La mirada inquieta.
Sonrisa en labios ansiados.
Te amo.
Y me viene a la cabeza
Que si las tentaciones existen
Será
Porque habrá que caer en ellas,
Porque habrá que caer en ti.
Ojalá, escúchame, ojalá
Abrieras el pecho
Alguna vez
Para mí.
Juro que no hablo en vano.
Prometo besarle a cada pálpito
Las heridas
Y asegurarle que lo que hay en él
También
Es superior a mis fuerzas.

29.08.15
Cristina Merino

Ni siquiera

Caen ya las lágrimas.

Se destroza

De igual manera

 Mi interior.

Para ti

Me convierto en nada,

Dejo de existir.

Ni siquiera oigo aún

Mi respiración.

Definitivamente,

Me has dado muerte

-O me la he dado yo-

Y ojalá

Yo, al final,

Tenga razón

Por mucho que duela

El corazón

Y las hemorragias

De los latidos.

Estoy hundida

Y me pregunto

Si habrá despedida.

Estoy deshecha ante la vida

Y ya

No me puedo ni levantar.

Se parten mis alas

Y el cielo

Queda más lejos que nunca.

Queda más lejos que nunca

Alzarse hoy.

¿Supurará la herida?

No soy ni capaz de recordar

Lo que antes te pronunciaba.

Mis alas se despluman

Y necesito

Que las cojas un tiempo más,

Que aguantes

Unos pocos de instantes más

Para que sea capaz de recordar

Lo que antes te pronunciaba

Entre toda esta niebla que me nubla.

Te quiero, era, ¿verdad?

28.08.15

Cristina Merino

Se me antoja de nuevo el momento

Previo al encuentro con tus labios.

Echo de menos el beso, los besos,

Los miles de ellos.

Ahora mismo, en el frío.

Y mi interior tiembla y mi cara

Se descompone en mueca

De disgusto.

Echo de menos la mirada, la sonrisa,

El deseo.

Justo cuando mi alma se devasta

Al recordar tu tacto.

La lejanía no se escapa

Con los labios que ansío.

La lejanía me martiriza.

Mis deseos me martirizan.

Pero

Intento recordar

El plateado de la piedra,

La pronuncia de mi boca

En tu oído.

El abrazo, beso en espalda y alivio.

Y yo a ti,

Pequeña.

26.08.15

Cristina Merino

Vidas

Si esta no es vida

Para mí,

Para ti,

Lo único que puedo

Pedirle al cielo,

Que rogarle a cualquier dios,

Es que dejen que mi alma

Vuelva a encontrar la tuya,

Que pueda volverte a ver

En todas las vidas que me quedan.

Delito o no,

Es mi deseo.

Asumiré el castigo que venga luego,

Pero no acepto una vida

En la que no estés,

No existas,

Una en la que no me encuentre sin querer

Con la mirada

Del amor a primera vista,

Del asalto al tiempo,

Cuando se encuentra con la mía,

De tu provocación aquí,

De tu penetración aquí,

Y ya me faltan manos

Para señalar todo mi ser.

Sí, podría vivir sin conocerte,

Pero, por si luego siento que algo me falta,

Asumo las consecuencias

De desear encontrarme contigo

Todos los días posibles

Del resto de mis vidas.

Mi suerte es

Querer todas tus heridas,

Haberme cegado con tu luz.

Mi privilegio,

Poder amar a tu alma.

Mírame,

En todas mis vidas.

17.08.15

Cristina Merino

Concurso

¡Buenos días! Os agradecería mucho a todos un voto para este concurso

http://www.soypoeta.com/concursos-tematicos/x-concurso-poemas-tematicos-red-social-poesia-un-viaje/viaje-emocional

De paso, así podéis leer el poema que sólo está ahí.
¡Muchísimas gracias!
Cristina Merino

La pequeñez
Se me atraganta
En el alma.
La insignificancia
Inunda mi cuerpo
Y mi ser,
De vez en cuando,
Se ve ahogado
Por la tristeza
Y los recuerdos
De lo que sí fue.
Lo que no,
Lo ansiaba sólo yo.
Lo que no,
No existía más
De lo que yo existía.

15.08.15
Cristina Merino

Epifanía

Se tambalea su espalda,
Se oprime mi pecho.
Se abre,
Ahí,
Una brecha.
Epifanía hecha con el nombre:
A él,
Le amo.

13.08.15
Cristina Merino

Aire

Ya no estimulo
Ninguno de los ámbitos
De antaño.
Ni mis conversaciones,
Ni mi mente,
Ni mi cuerpo.
La piel se volvió
Del color de la transparencia
Y me hice oblicua y vaporosa.
Soy inodora e incolora.
Etérea.
Para ti,
Me he vuelto aire.

31.07.15
Cristina Merino

Compartir arena

¿Compartimos arena

Y nos deshacemos del desconsuelo?

Las olas arrasan mi cuerpo.

Me convierto

En la erosión perfecta del tiempo,

En los golpes contra las rocas.

Soy el rugido profundo

De la voz del océano.

Acabo siendo

La espuma que se evapora,

El fondo marino sin riqueza.

Y todo,

Porque se desmarcó la niña,

Que dejó de oler a bebé y se balanceó

Peligrosamente al abismo,

Y cayó.

O saltó, según se vea.

Aunque, quizá, ni siquiera recuerda

Que la empujaste tú.

Dejó todos los estímulos en tierra,

Para ti ya vacíos.

Sólo recuerda al mar

Moldeando su cuerpo,

Que en el tuyo

No quedaba sitio alguno para anclarse,

Como si te hablara de ser su vida,

Como si su casa fuera tu ancla.

Y no supo a qué aferrarse,

Aunque se tuviera a sí misma.

¿Compartimos de nuevo arena,

Que necesito un consuelo,

Muchísimo mayor,

Esta noche?

02.08.15

Cristina Merino