Soy factura impresa
De la invisibilidad.
Mi identidad se
proyecta
Hacia el vacío.
El cansancio se
acurruca
Para dormir,
Conmigo,
A mi lado.
Soy mente
enclaustrada
Que se evapora.
El universo me
inunda.
Ni para ti ni para mí,
Soy nada.
Soy nadie entre las luces
De otros cielos.
Mi universo es tan
pequeño
Que explotará, un
día,
Entre mis manos.
Su reflejo intentará
imitar tu cara
Y se expandirá todo
mi yo
Para acabar siendo
nada
Ante un vacío
Que olerá a mar
Y a todo lo que no
pudo ser contigo.
El big bang de mi
esencia,
Pero justo para no
crear,
Para no ser,
Para dejar y
abandonar,
A la suerte esquiva
de mis dedos.
Abandonarme.
Que siempre será más
fácil
Que quedarse
Como el cansancio,
Acurrucado,
Conmigo, a mi lado,
Mientras duermo,
Esperando mi
despertar
Como algo bonito
Que podía producirse.
Soy importancia, por
debajo,
De los te quiero
Con los que mis
labios
Buscaban siempre
A los tuyos.
Soy nada ante el océano
Y el sublime se mantiene
Justo en el recuerdo de tus manos.
Ya no soy nadie.
Aunque la tristeza,
Siempre,
Siempre,
Me reconoce.
09.09.15
Cristina Merino
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