© 2013-2017 Cristina Merino Navarro


lunes, 21 de septiembre de 2015

El crujir

Y a veces también me invade el miedo a no poder escribir más. Aquí tenéis el crujir.

Si te acercas
Se oye cerca el crujir
Del dolor.
No se ha ido de aquí
El nudo.
No ha salido a flote
El hundimiento.
Al menos,
No a estas horas
En las que se me nubla la vista
Y todo es negro
En esta esquizofrenia llena de amor.
Huelo a podrido,
Aquí dentro,
Por algo que murió
Y aún yo pretendo
Que siga vivo.
Tu pérdida se ha clavado
En un pecho
Que se desangra.
El fuego me ha alcanzado
Y el rechazo y la indiferencia
Se han hecho hueco en mi cuerpo.
Qué hago con este arder,
Con éste vivir
Que sigue crujiendo.
Crujo y me doblego.
Me brillan ahora los ojos
Por las lágrimas
Y la tristeza
Me ha invadido,
De nuevo,
Porque recuerdo,
Y los actos recuerdan
Que no provoco más
Que lo que ya ha muerto.
Si te acercas a ese crujir,
Lentamente, se convierte
En un vacío inundado
Por algo parecido al mar.
Sólo un pecho derramado
Y sin nada,
Unos ojos que no hablan
Y el crujir de ese sitio,
Equiparable a un sin sentir,
Como el mío.
¿Crees que en el crujir
Se sana el daño?
Ojalá yo pudiera y supiera
Sanarte a ti
Y, también,
A tu crujir
Aunque no sea yo
Quien te inunde al leerlo.

21.09.15

Cristina Merino

No hay comentarios:

Publicar un comentario