Esperando que
compense soportarme
Me observo
en el espejo que ha envejecido por mí.
Porque ya no
me reconozco.
Es otro yo
oscuro y deseo obsoleto
Que se agiganta,
nutriéndose de mis temores.
Espero aquí alargando
las manos
Sólo de vez
en cuando para saber qué es real.
Sé que más
allá podría ver al fuego avivado,
Como una metáfora
de mi alma naufragada y perdida
En costas de
un mar muerto menos bonito,
Menos eterno
que el de los demás.
Me da pavor
dirigir la mirada a esos ojos que me auscultan,
Que me
taladran y me avergüenzan.
Son demasiado
negros, son demasiado grandes,
Son demasiado
oscuros para enfrentarme a ellos.
Por si no
sirven.
Y no existe
más tras la máscara de piel que me oculta,
Esa faceta
más tenebrosa y mía.
Y si echas a
correr cuando me proclamo humana,
Porque jamás
pude llegar a diosa
Y me queda
ese regusto amargo que a veces da la vida.
¿Sabré vivir
con las consecuencias,
Con el
quedarse las ganas,
Con el no
esperar menos, por no saber esperar más,
Mientras me
atormento pensando en condicionales?
¿Sabré si
hay que saber algo,
Si quiero
saber alguna cosa,
Por si duele
y me sorprendo?
Ser o no ser
idiota,
Esperar o
desesperarme por quien me soporta.
Esperar o
evadirme por si me niega.
Esperar o
saltar, por si vuelo en el intento,
Y no caigo
en picado al fin de un sufrimiento que quizás,
Sólo quizás,
Podría echar
de menos en un letargo insensible.
(Quizás
valga la pena, eso de lo que hablan,
Respirar y
notar como duele.
Saber que
sientes, que sigues viva).
Esperar o
desesperarme.
Quizás soñar
que mejor esperar.
Poder anticiparme
a tus pensamientos,
Porque mordería
tus sonrisas.
Por desesperarme.
No saber esperar.
Anhelar acabar
con mi sombra viva del espejo,
Por su
sonrisa incandescente y fea.
Apuñalar o
no apuñalar el reflejo.
Esperar o
desesperarme. Qué será eso.
Escoger olvidar,
por si mirar es jodido.
Escoger esperar
a la vida, para no desesperar.
Sigo esperando.
29.08.14
C. Merino
No hay comentarios:
Publicar un comentario