Te acojo en todas mis
palabras
Cuando tu dolor sea insomne,
Allí donde yo pueda abrazarte
Como cura débil y breve
De tus heridas.
Ahí te acojo.
Ahí te abrazo
Como si en uno apretado
Pudiera describirte
Todo lo que inunda mi
corazón,
Pedazos de mi alma
En el pecho
Cuando consigo tenerte
Entre mis brazos.
Pero acogerte (siempre) en ese lugar
Entre la cabeza y el estómago.
Te doy permiso, entonces.
Cúrate.
Puedes destrozarlo.
22.05.15
Cristina Merino
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