© 2013-2017 Cristina Merino Navarro


miércoles, 29 de abril de 2015

Estoy tan triste hoy
Que creo
Que me puedo morir
Antes de que se me pare
El corazón.


28.04.15
C. Merino

martes, 28 de abril de 2015

Llueve

Está lloviendo ahí fuera,
Donde seguramente estés riendo.
Será que el mundo sabe
Que no es conmigo.
Creo que los rayos iluminan
El cielo negro.
Vienen a por mí
Porque has desaparecido.
Y aunque pueda ser fuerte,
Tengo miedo.
Vuelve que está lloviendo
Ahí fuera
Donde yo no existo.

26.04.15
C. Merino

lunes, 27 de abril de 2015

Bonitas


Sólo tengo ganas de invadirte la casa
De cosas bonitas.
De revivir lo maravilloso que es
Despertarse y encontrarte al lado.
Invadirte de destellos y palabras mías.
Sólo quiero revoluciones imposibles,
Deseos inapropiados
De alguien que sabe que se ha descartado
A favor de una propuesta
Mucho mejor que la mía.
Y así se mueren las ganas y las esperanzas,
El temor de saber que no le nacerá nada,
Absolutamente nada
Que provenga de algo que yo pueda
Considerar bonito.
Pero seguiré teniendo sólo ganas
De invadirte la casa
De cosas bonitas
Llena de las huellas de alguien
Que mejor sería
Que desapareciera.
Sólo tengo ganas de tenerte cerca.


27.04.15
C. Merino

sábado, 25 de abril de 2015

Otra

Siento la ansiedad ahora
Cuando me viene la nostalgia
De asaltar de nuevo el tren
De bajarme en tu ciudad
Y buscarte
Sabiendo que no te hará gracia.
Saber que lo he hecho.
Me he arriesgado y
Me he suicidado en las vías
En las que había una opción
De volver a sonreírte en los labios
De volver a que quieras
Que yo esté contigo
En tu cama, en tu ventana
A punto
De un salto de ángel a tu infinito,
Precioso y bonito
Ahogo en el mar.
Pero seguro que ni muriendo
Sería suficiente,
Ni vaciándome en las palabras
Para explicarte
Que podría amarte.
La loca y enferma
Es demasiado joven
Para estar tan triste.
Pero me gusta la idea
De volar contigo,
Me compensa la ansiedad y el dolor
Si sonríes y, cómo mínimo,
Estoy cerca.
No sé si eso es de ser fuerte
O de sufrir locura transitoria.
Somos lo que decidimos
Y aunque tú no me has decidido,
Yo no puedo dejar
De decidirte a ti,
Aunque tenga que disimular y que mentir.
Estoy aquí, vaciándome siempre,
Pensando demasiado en las esperanzas,
En ninguna esperanza,
Gritando hacia dentro para que nadie,
Tú menos,
Me oiga.
Que sí, que ya sé. 
Yo no soy la mujer
Y existe otra
Que te invade en el nivel
En el que empaparías su cuerpo.

25.04.15
C. Merino


Gente de Barcelona y alrededores, os espero este jueves a las 20h. en Bauhouse de Terrassa.


viernes, 24 de abril de 2015

Dios

Os presento el relato que no ganó el concurso en el que le presenté, pero no importa porque a mi me encanta.


Suena en la lejanía la nana de no tenerte mientras avanzo por Azanuy. A lo lejos puedo oler a madera quemada resguardándose del cierzo, pero yo camino hacia adelante. Y mientras ando y paso junto al cementerio, no se me ocurre otra cosa que pronunciarte.
Dios, a ti hablo, que te has tomado la licencia de existir sólo para llevarte mis entrañas. Te reclamo una sanación a la altura de la pérdida, porque dejarse morir duele, y no sé si es justo.
Muero de sentirme muy vivo, Dios, ahora que siento su dolor. Sí, el suyo, ahora, que no consigo andar y no sé si es por el viento. Estoy intentando no volver la mirada atrás, ahí donde sé que estará viéndome partir mientras me atuso la barba como costumbre casi maníaca producida por los nervios.
Dios, que no entiendo aún las razones. Él ha decidido desaparecer en este paisaje de La Litera, campos de plantación y rocas, ese que nos ha dado la vida y me ha dado la muerte.


Y, Dios… yo estoy solo conmigo mismo mientras parto.

martes, 21 de abril de 2015

Atravesado

Te tengo atravesado en la garganta
Y en los ojos.
Las comisuras de mis labios
Han dejado el rojo
Y el sabor del deseo
En plena madrugada.
Te tengo en el pecho
Atravesado en la ansiedad,
En el recuerdo de los celos
De no tenerte.
Yo te sueño.
Y nadie te soñará como yo lo hago,
Quizá tirando de tópicos no tan típicos
Si son míos,
Sin idealizaciones absurdas
Sin banalizaciones de tu piel,
Que adoptaría como mía.
Así que te ansío de vuelta,
Enamorada de las imposibilidades
Que me aplico.
De vuelta.
De forma absurda, tonta y egoísta,
Afortunada de haber dado contigo,
Sabiendo que hace demasiado frío aquí fuera,
En el recuerdo,
Si tú existes, entiendes, si tú existes.
Mi oasis favorito en  este mundo enfermo.
Mi alivio en los labios.
Mi amor a primera vista,
Capaz de dar luz a mi cielo ennegrecido.
Pero te tengo atravesado,
Y cuando consigo dejarte ir,
Por los ojos,
Decides volver para dejar volarme,
Cuando pedí explícitamente
Que no lo hicieras.
Dejaste volarme,
Mientras me temblaba el labio
Y se me hacía duro escribir
O pensar en la inexistencia.
Pero no sé qué puede dolerme más.
Que no sientas por mí
O cómo eres capaz de sentir,
Haciendo oídos sordos a mis llantos
Que tengo la insuficiencia clavada
Por todo el cuerpo
Y hay sangre por todos esos sitios
Que son tuyos,
Estoy alcanzada por la angustia
Como san Sebastián
Por todas sus flechas.
Se me atraviesa la mordida en la lengua
Para contener los espasmos
Dolorosos de saberte lejos.
Se me atraviesa la sonrisa
Curvada hacia abajo.
Sólo soy pedazos de insuficiencia
Incapaces de acelerar tu tiempo.
Sólo quisiera no dejar
De presionar a tu pecho, atravesado.
Sólo quisiera tenerte de vuelta,
Envolviendo mi cuerpo quebradizo
Sorbiendo mi tristeza
Y renacer de nuestras cenizas.

21.04.15

C. Merino
Tengo el corazón bien apretado entre las manos y sólo gotea sangre. Y el sudor, y las penas, y el dolor, se queda ahí, anidando, por mucho que apriete. Aunque me lo recoloque, seguiré en el abismo, sentada en el balcón, dividida en ti y en el mundo. Y el rechazo resonará como el rugido del león del que me hablaron hace tiempo. Tropezarme contigo fue jodido por cómo continuó después, pero no es culpa tuya, eso es cierto. Es mía, que me no puedo evitar sentir por quien quizá no siente. No es que sea algo a lo que pueda ponerle cinturón de castidad, o aprisionarlo en cualquier cárcel, o someterlo a vigilancia constante. Siempre se escapará. Y ruges, porque te oigo, y yo, que estoy tumbada en el balcón, me balanceo hacia el lugar donde no puedo verte. Te doy la espalda y me tiro al vacío de una existencia en la que no apareces y yo, que no pertenezco a ningún otro lugar que no sea ese recuerdo, me devasto en el suelo. Pero no te confundas. No es que no pudiera vivir sin ti, es que no era la opción que quería. Pero de eso se trata esto, de vivir saltando de vacío en vacío, de decisión propia a decisión ajena, de sangre a sangre, de herida a herida. Y las cicatrices se vendan para dar paso al siguiente vacío, y en vacío a vacío, se consigue respirar algo de verdad. Hasta devorar mis esperanzas, por supuesto, y perecer de tanto que quise no haber tenido que moverme del balcón, hacia el lugar de la existencia en la que no existías. Había lugares dónde podías seguir existiendo. Pero por mucho que llore y arremeta con mis puños contra el suelo, no hay manera de que te vayas. Y sé que no quiero que lo hagas. Pero tenía la esperanza de no encontrarme en la encrucijada de no saber qué hacer, si acabar conmigo o si dejarme matar.
Así que me escapo, de vuelta a la vida. Quizás ahí no exista el mundo. Pero me escapo para encontrarte y terminar con el miedo. No puede ser tan malo morirse si se puede morir en tus dedos.

21.04.15

C. Merino

lunes, 20 de abril de 2015

Conseguir odio
Por no evitar quererte
Es una puta mierda.
Pero lo es mucho menos
Sabiendo que sigues,
Respirando,
En algún lugar del mundo
Y que de tanto en tanto
Te acuerdas de la imbécil
Que escribe versos,
Que intenta escribir
La recuperación
De los rotos
Sin nuestros ojos
Derramándose
En los reflejos.

18.04.15

C. Merino

domingo, 19 de abril de 2015

Duele.
Por mucho que llore
Esto no se alivia,
Este quemazón en el pecho,
Candente,
Con tu nombre.

11.04.15
C. Merino


viernes, 17 de abril de 2015

Soy sólo unos años de despecho.
Sólo las vigas rotas
De la casa abandonada
Que consultaste un tiempo.
Tengo lo que tengo y tú,
Que eres lo que me gustaría,
Abandonas también el puerto.
La ciudad ha dejado de lado a los días,
El insomnio se despierta en el cuerpo
Del abandono y  te reconozco
En la sinestesia del sueño.
Soy sólo unos años de heridas infectadas
Y soy cada vez más fea tras tu abandono.
Me ahogo en la sangre
Y se despedaza la casa
Y yo sigo dentro
Mientras caigo como las vigas
Desde lo alto.

09/17.04.15
C. Merino

jueves, 16 de abril de 2015

Te quiero.
Y te quiero y te quiero.
Aunque sé que no soy yo
Quien debería pronunciarlo
Yo te quiero.
Aunque sé que me piensas
Diciéndolo en otros labios.
Te quiero.
Y soy yo quien lo dice
Y soy yo quien no quieres
Que diga
Que te quiero.
Pero lo hago y  no me canso
De decirlo al  otro lado del espejo
Donde todo está al revés
Y ahí te quiero,
Aquí te amo.

15.04.15

C. Merino

Amarse

Me duele porque te duelo
Porque una vez un profesor
Me dijo
Que estar siempre enamorado
Era demasiado sufrimiento.
Y tú habías empezado a formar parte
De la lista de imposibles
De lo que enamorarse.
Y eso sobrepasaba el límite
Del dolor de no ser capaz
De amarte.
Al final dolerá enamorarse
Del sufrimiento
Porque evocará tu recuerdo
Y me dolerá no saber
Cómo sabe el dolor
De quererte,
Tan cerca que no haya
Piel que nos separe.
Quererte tan fuerte
Que me rompa en millones
De pedazos en tus ganas,
Esparcidos en mordiscos por tu cuerpo.
Pero será que dolerte ahora
Resulta demasiado.
Y mi dolor rebosa
Las posibilidades de sobrevivir
Como si no hubiera ocurrido nada,
Como si no me doliera mirarte
Y saber, que no me devolverás la mirada
Ni el momento en el que te encontré
Y me enamoré, a primera vista,
De la posibilidad de algo que se escapa.
Que resulta, cariño, demasiado sufrimiento,
Estar siempre enamorado.
Pero contigo, joder, contigo,
No sabré jamás
Si eso era cierto
O el profesor nos engañaba.

16.04.15

C. Merino

domingo, 12 de abril de 2015

Sobreviviré

Sobreviviré al mono,
Al síndrome de abstinencia.
A tu resaca.
Sobreviviré a todo
Y encontraré otra heroína,
Otra droga fuerte
Que me distraiga.
No serán personas,
Pero encontraré que hay otras cosas
Que me matan
Y no responden a tus nombres.
Descubriré otros malos vicios,
Mantendré los malos hábitos,
Y sobreviviré a ti.
Seré fuerte y pasaré el proceso
De muerte
Que instauran tus deseos
Quizás hecha pedazos,
Cosida a retales.
Quizá me encuentres en otro momento
Cuando ya haya pasado
Tu abstinencia.
Sobreviviré a ti y a la droga,
Pero no olvidaré que en esta vida
Quiero cosas
Que jamás tendré.
Que te desmarcaste de mis vicios
Que decidiste y yo
Sólo pude perecer
En el miedo de no saber
Qué ocurriría con mi fragilidad
Cuando oliera a tus labios,
De lejos.

10.04.15

C. Merino

jueves, 9 de abril de 2015

Veintiún años

Me duelen los ojos
De contener las lágrimas
De no poder soltarte de mi vida.
Soy veintiún años de intransigencia
De infancia sin prodigios
Ni saber escribir.
Sólo sé que debo pensar
Que no supiste arriesgarte
Por lo que yo suponía
Que era suficiente.
La lejanía que interpusiste
Era demasiado grande
Como para no quemarme.
Sólo resulté ser un mal revelado
Sin cámara oscura
Donde dejar fuera el miedo a la oscuridad.
Soy el apagón y los restos
Que quedan en el mar
Sin salvarse
De los pocos besos que me diste.
O soy la casa vacía
Que nunca quisiste habitar
Ni ayudarme a tapiar los abismos abiertos
En sus paredes de colores vahídos.
Soy veintiún años sin ti
Para encontrarte y descubrir
Que no quieres ser mío
Ni querrás prestarme jamás
El corazón para la humanización
De este cuerpo.
Soy veintiún años de rechazo y de rabia,
De frustración y de insuficiencia.
La historia interminable de la mujer
Que no es mujer de vida,
Que soy mujer, más bien,
Mujer de muerte.
Soy la huella demasiado joven
Soy veintiún años de supervivencia
De cuando aún no existía.
Soy la imagen de mi nacimiento en tus ojos.
No cuando te encontré.
Cuando me viste.
Enamorarte con los ojos era algo
Que no podía suceder cuando eran
Veintiún años los que me encontraban
A tiempo para decidir que contigo sí.
Hubo un click y tú pensaste
Y ahí me dieron muerte los años de oportunidad
A cualquier locura.
Se abrió paso la angustia,
Se abrió el arrepentimiento en el pecho
No como un desgarro.
Fue una bala mal disparada a mis
Veintiún años,
Cerca del corazón y aquí sigue la metralla,
Desangrándome.
Pensando que todo se podría haber hecho
Sin tanta sangre, con más música.
Mi situación es jodida
Y estoy faltando a mi promesa
De no arrepentirme nunca de nada.
Sigue existiendo la posibilidad
De no sobrevivir a esto.
Y si yo ya me desangro,
Hazme un favor, y acuchíllala,
Que no me vas a doler,
No me va a doler la excusa de mis
Veintiún años,
Ni yo voy a dejar que me duelas,
Libremente, por sentir algo,
Por sentir por ti,
Para nada.
Soy veintiún años de angustia,
Dolor e insuficiencia cardíaca.
Así que mata la posibilidad de morirme
Que se desangra toda mi vida
Por mis venas
En ríos en los que no puedo bañarme
Y tú no existes, y tu mente no existe,
Y yo no existo.
Y la crueldad existe en encontrarte y que,
Después de todo, sea
Para arrebatárteme.
Acuchilla toda opción de irte.

C. Merino
09.04.15


martes, 7 de abril de 2015

Esperanza

Siempre se mantiene la esperanza
De algo mejor (que yo).
De ser mejor en estos días tan oscuros
En los que no hay luz que me alumbre
Oscura y pequeña
Con las paredes desgastadas.
Las decoraciones siguen desconchadas
Y había pintadas nuestras sonrisas
Que desafían la gravedad y se suicidan
En el pavimento de terciopelo sucio
Que me aguanta.
Echo de menos las manos trazadas
En las paredes de nuestros brazos
Y las miradas nuevas y la sorpresa
De encontrarme con tus ojos
Que consiguen ver.
La decoración era bonita,
Se respiraba bien en tu aliento.
Y echo de menos sonreír sin pensarlo
Porque tienes el don de robar
Todas mis sonrisas.
Pero siempre habrá la esperanza
De que no todo se perdió
O que no todo se fue a la mierda.
Sonreír a las ruinas y reconstruirnos
En otras ciudades, en otras manos,
Aunque sin besos con buen sabor
Ni brisa tenue del calor
De nuestros cuerpos.
Se mantendrá siempre la esperanza
De que pueda seguir haciéndote sentir bien
De que yo pueda sentirme bien
En las circunstancias que me electrifican.
Existirá siempre la esperanza del lugar
Donde no exista la tortura de esta relación
Que a veces carece de sentido.
Pero será que es ilógico sentir,
Que es irracional que te importe.
Será por eso que me cuesta creer,
Porque no tiene sentido
Ni si quiera la atracción reflejada
En mi propio reflejo del espejo.
Será eso que no entiendo,
Que me encuentre inútil, idiota y lerda.
Enferma y obsesiva y con más problemas.
Calificaciones intempestivas.
Me duele la garganta
De un nudo irrompible
Ni si quiera en lágrimas.
Pero mantendré la esperanza,
Que yo no tengo suficiente
Y la heroína se acaba y el dinero
Se acaba y el camello se muere.
Y yo me muero en el olvido
Si no te acuerdas de mí
Ni de la esperanza de que yo
De alguna manera puedo
Seguir existiendo.
Porque si esto duele es que existía,
Si esto duele es que ocurría de verdad
Y no fue en vano vivir la locura
De encontrarme contigo.
Te quiero aquí de forma física
Mientras recitos estos versos
Y puedo ver como tu cara deja
Todas las expresiones y vacilo
En mis pasos para dar un abrazo,
Un beso y paso atrás ves mi espalda
Y decides si esto vale, si la esperanza vale,
Si yo valgo.
Que vale. Que el dolor de garganta
Se podrá curar con algún analgésico
Y esta vez vacilas tú y me abrazas
Y se instaura la paz en mi guerra contigo,
Se acaban las batallas y el quererte mal,
Conmigo.

07.04.15
C. Merino

lunes, 6 de abril de 2015

Frío

Me estremezco al compás
De una música extraña.
Pero creo que el frío
Sólo viene de dentro.
De aquí donde pongo
Vacilante el dedo
Mientras me tiemblan
Los labios
Y mis ojos
Se dejan caer sin vida
Dentro del abismo
Y muy dentro del miedo.
Quizás así sea la muerte.
Este estremecerse,
Al ritmo de la música
Que no reconozco,
Al ritmo del titiritar del frío.

06.04.15
C. Merino