© 2013-2017 Cristina Merino Navarro


viernes, 12 de diciembre de 2014

Imborrable

Se habían cerrado todas las ventanas,
Respiraba el polvo, impregnado de tu olor.
Mi nariz esnifaba de nuevo tu nombre,
Aspirando por mis fosas nasales tu droga.
Fue la recaída en salto de ángel más larga de mi vida.
Encerrada en tu casa que hacía tiempo no limpiabas,
Con las puertas cerradas y los cristales ennegrecidos.
Las jeringuillas estaban esparcidas en cada estancia
Y mis brazos se cubrían con moratones soñando tu cara.
Había telones que apartaban mi espectáculo del público.
Estaba quemándome con una autoflagelación infligida
Y si sólo cenizas tenía de ti,
Me parecía lógico convertirme también en nada.
Me inyecté una sobredosis de ti, y me fui, dejando la puerta abierta,
Por si decidías reconstruir tu el pasado sin mí.

12.12.2014

C. Merino

No hay comentarios:

Publicar un comentario