Confirmo en mis manos
El vacío.
Dos agujeros negros
Han reemplazado al universo.
No importa que la validez de la
luz
Dependa
De la sombra.
Que las máquinas del tiempo no
existan
Para repetir una y otra vez ese
momento
En el que consigo atravesarte
Directa,
A un pálpito,
Sin necesidad de darme cuenta
De que nunca lo hice.
Y que por lo tanto,
No hay realidad a la que acudir.
Yo estoy aquí
Y mi cuerpo
Por primera vez es demasiado
pequeño
Para envolverte.
Quizá nunca viniste
A responder a mí desafío
Justo antes
De que saltara.
Proclamación última de mi amor
Completo
Al caos.
Quizás hubiera sido otra vida
Y yo aparecí.
Siempre,
Mi realidad será una galaxia
entera
Preparada para acogerte.
Cristina Merino