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jueves, 18 de julio de 2013

No sé si lo sabías, pero haces la calle
Y  te embelesan los escaparates
Y la falsa libertad que respiran
Todos, todos menos quien lleva tu nombre.
Que no te engañen sus caras maquilladas
Hoy tampoco se han visto la cara.
Pero tú y yo lo sabemos.
Están encarcelados en sus normas
Van de rebeldes, saben jugar al juego
Y cuando la partida empieza temen
Sienten miedo de perder su utopía.
Siente pena por sus plumas, sus alas,
Que jamás notarán ese aire
Al cual con su presencia rasgan.
Tú te has plantado y te has levantado
Y le has dado la mano a la vida
Como si fuera una despedida
Al borde del acantilado de la locura.
Has follado, has bebido, has bailado
Y te has fumado las putadas.
Las has aguantado de rodillas, andando.
Te arrepentiste de las ofertas
De la génesis de la desesperación.
Y deberías cabrearte, cabréate,
Pégale y escúpele a la muerte
Porque no ha escuchado tus plegarias
Y Dios parece que no ha movido nada
Ha sido un voyeur contemplador del alma
Y ha visto como ardías en todas sus llamas.
Llora porque te han obligado a hacer la calle
Pero ríe porque los otros siguen en la cárcel
Y tú saltaste al vacío, te arriesgaste.
Sí, lo cierto es que al final tuviste fe
Y te liberaste.

18.07.2013
C. Merino

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