© 2013-2017 Cristina Merino Navarro


jueves, 9 de abril de 2015

Veintiún años

Me duelen los ojos
De contener las lágrimas
De no poder soltarte de mi vida.
Soy veintiún años de intransigencia
De infancia sin prodigios
Ni saber escribir.
Sólo sé que debo pensar
Que no supiste arriesgarte
Por lo que yo suponía
Que era suficiente.
La lejanía que interpusiste
Era demasiado grande
Como para no quemarme.
Sólo resulté ser un mal revelado
Sin cámara oscura
Donde dejar fuera el miedo a la oscuridad.
Soy el apagón y los restos
Que quedan en el mar
Sin salvarse
De los pocos besos que me diste.
O soy la casa vacía
Que nunca quisiste habitar
Ni ayudarme a tapiar los abismos abiertos
En sus paredes de colores vahídos.
Soy veintiún años sin ti
Para encontrarte y descubrir
Que no quieres ser mío
Ni querrás prestarme jamás
El corazón para la humanización
De este cuerpo.
Soy veintiún años de rechazo y de rabia,
De frustración y de insuficiencia.
La historia interminable de la mujer
Que no es mujer de vida,
Que soy mujer, más bien,
Mujer de muerte.
Soy la huella demasiado joven
Soy veintiún años de supervivencia
De cuando aún no existía.
Soy la imagen de mi nacimiento en tus ojos.
No cuando te encontré.
Cuando me viste.
Enamorarte con los ojos era algo
Que no podía suceder cuando eran
Veintiún años los que me encontraban
A tiempo para decidir que contigo sí.
Hubo un click y tú pensaste
Y ahí me dieron muerte los años de oportunidad
A cualquier locura.
Se abrió paso la angustia,
Se abrió el arrepentimiento en el pecho
No como un desgarro.
Fue una bala mal disparada a mis
Veintiún años,
Cerca del corazón y aquí sigue la metralla,
Desangrándome.
Pensando que todo se podría haber hecho
Sin tanta sangre, con más música.
Mi situación es jodida
Y estoy faltando a mi promesa
De no arrepentirme nunca de nada.
Sigue existiendo la posibilidad
De no sobrevivir a esto.
Y si yo ya me desangro,
Hazme un favor, y acuchíllala,
Que no me vas a doler,
No me va a doler la excusa de mis
Veintiún años,
Ni yo voy a dejar que me duelas,
Libremente, por sentir algo,
Por sentir por ti,
Para nada.
Soy veintiún años de angustia,
Dolor e insuficiencia cardíaca.
Así que mata la posibilidad de morirme
Que se desangra toda mi vida
Por mis venas
En ríos en los que no puedo bañarme
Y tú no existes, y tu mente no existe,
Y yo no existo.
Y la crueldad existe en encontrarte y que,
Después de todo, sea
Para arrebatárteme.
Acuchilla toda opción de irte.

C. Merino
09.04.15


No hay comentarios:

Publicar un comentario