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martes, 4 de febrero de 2014

Fui un fantasma

Desaparecí para entonces.
Para que pudieras dormir.
Nadie mecía mi cuna
Cuando las sombras engullían mis llantos
Y mis dedos no sabían que apretaban el aire.
Sólo recuerdo una luz clara
Atravesando la ventana como si fuera un puñal
Que apuñalaba a mi corazón empequeñecido.
No supe entonces que mataba a los fantasmas,
Que rondaban mi cama,
Mi mente,
Mis temores.
No podía ir a dormir sin tu voz, m.
Cuando no estabas.
No se trataba de superar mis miedos
De enfrentarme a los monstruos debajo de la cama.
Al final trató de crecer con el temor en mi piel
Bajo las llagas,
Bajo las vendas que se necesitaban
Para enfrentarse a la luz del sol del nuevo mundo
Sin esperar a nadie.
Sabiendo que no habría nadie.

04.02.2014

C. Merino

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