© 2013-2017 Cristina Merino Navarro


domingo, 3 de noviembre de 2013

Te miraste en el espejo
y te rapaste el pelo
para enterrar las raíces.
Escondiste los orígenes
y los abonaste.
Pero no olía a mierda
olía a la madre Tierra
a la que te encomendaste
cuando los demás dioses no respondieron.
Ella te dio cobijo
cuando los demás dioses te ignoraron.
Lo has escondido todo.
La humanidad bajo tus pies
y tus manos alcanzando el cielo,
que te lo has ganado,
que es tuyo,
que has ascendido a sus pisos blancos
y has acabado con las Olimpias perdidas,
con los errores olvidados.

29.10.2013
C. Merino

No hay comentarios:

Publicar un comentario