© 2013-2017 Cristina Merino Navarro


martes, 7 de octubre de 2014

Se me escapaba la vida
Por gilipolleces como desaparecer
Sentir que me abrumaba respirar
Y perecer porque decidí huir.
Rezar al ateísmo más puro
Para suplicar dejar de temerte
Por si tenerte resultaba infantil
Imperdonable y no me reconocía.
Se me escapaba la vida
Y mi voz granaba
Por no saber llamarte.
Mis pensamientos deliraban
Pensando en la muerte,
Porque yo moría y tú me desaprovechabas.
Yo moría.

28.09.2014

C. Merino

No hay comentarios:

Publicar un comentario